domingo, 20 de noviembre de 2011

LUCAS

Ayer por la tarde,cuando salíamos de la misa en honor a la Virgen de la Peña de Fustiñana,me dieron la noticia, que me cayó como un jarro de agua fria: ha muerto Lucas.

Lucas era un niñito de Fustiñana ,no sé exactamente la edad, creo que andaba entre los 3 y 4 años, con el que habíamos coincidido Judith y yo en el servicio de rehabilitación del Hospital Reina Sofia de Tudela, y con el que Judith compartía clase en el colegio de educación especial, Torre Monreal de Tudela, desde el inicio de este curso escolar.

Desde hace un mes Lucas estaba ingresado en Pamplona, y finalmente ayer falleció, después de batallar contra unas cosas y otras, contra graves enfermedades y leves catarros que para muchos niños son fatales.

Aunque  Lucas no formara parte de mi familia, lo he sentido como tal y ayer se me partio el alma al enterarme de la noticia, porque empatizas con la familia, porque nos hemos visto en más de una ocasión ingresados días y días en un hospital con frases nada esperanzadoras y porque al fin y al cabo, tengo en casa dos niños, que.....que pueden seguir la misma suerte que Lucas.

Es duro decirlo y más vivirlo y sobreponerse, pero muchas veces os he comentado que había veces que cuando veía a Aser lleno de tubos, deseaba que muriese para que no sufriera más, aunque nunca quieres la muerte de un hijo, son sentimientos contradictorios y experimentados a la vez.
Supongo que los papas de Lucas habrán pasado por esos sentimientos...por no querer perder a su hijo, pero por desear a la vez, que dejase de sufrir.

Sirvan estas lineas cómo homenaje a Lucas y a su familia por luchar contra viento y marea, por batallar desde hace años contra la adversidad y los pronósticos, por darse, tanto,tanto amor mutuamente.
Sirvan también estas lineas para que desde Cabanillas,desde el corazón de unos padres en parecidas circunstancias,les llegue a la familia de Lucas y en especial a sus padres, todo nuestro cariño, nuestro afecto y nuestra solidaridad.

Deseo firmemente que la criatura que están esperando para el año que viene, les colme de felicidad, llegue sana, fuerte y les sirva para amortiguar un poquito la pérdida de Lucas, aunque ,no hay que decirlo, Lucas permanecerá para siempre en sus corazones, y en muchos de los nuestros.

Descansa en paz, Lucas.

Dios se lleva siempre las mejores flores de la Tierra, para su jardín del cielo.

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