jueves, 13 de octubre de 2011

CARLOS

Siempre hablo de mi y de mis hijos, nunca os he hablado de Carlos, mi marido y el padre de Aser y Judith.
Carlos es muy diferente a mi; yo soy mas visceral; él es la calma y el sosiego, yo soy la tormenta y el nervio, por eso creo que nos hemos compenetrado muy bien  a la hora de afrontar el problema de los niños.
Con las operaciones de Aser, yo me las pasaba fumando o dando vueltas en la sala de espera. Ël en el bar matando los nervios con un bocadillo y una coca-cola.




              
Con Judith fue terrible; antes de enfermar estaba como loco con ella, incluso le tenía que llamar la atención porque Aser pasaba cariños.
Después de caer mala Judith…se bloqueo; estuvo año y medio sin cogerla encima.
Yo esperé paciente a que se le pasara..cada uno lo lleva como puede.
Siempre le he dicho que él, al irse a trabajar..desconecta, habla con uno y con otro.No es que yo sea mejor que él ni mucho menos, pero Carlos no tenía que ir todos los días a rehabilitación y a estimulación, entonces yo creía que psicológícamente , él estaba mejor .
Me equivoqué.
Yo soy más parlanchina, me desahogo con los amigos, él no lo hacía con nadie. Hasta que me enteré, que alguna vez había ido a casa de algún amigo a echarse una caña y a hablar, a ser escuchado y a llorar.
Siempre he dicho que una cosa así puede deshacer un matrimonio..desde luego que sí.
                           
Ha sido duro como padres y ha sido duro y lo es como pareja. Por suerte creo que nos ha unido más y que hemos sabido sacarle la parte positiva a todo esto (si la tiene).
Aún nos quedan muchas batallas y muchas horas y días desagradables y de llantos, pero creo firmemente  que nuestra pareja es más fuerte después de los golpes recibidos.
Tengo que agradecerle la paciencia infinita que ha tenido conmigo, con mi mal genio, con mis malas formas, con mis ratos insoportables ( que han sido muchos) y que ha permanecido siempre a mi lado, esperando a que se me pasase y dándome un abrazo cuando más lo necesitaba.
Espero que siga siendo así; que los baches que nos encontremos a lo largo del camino que nos queda por recorrer permanezca a mi lado, con la misma templanza, y con la misma paciencia que ha desmostrado estos años.
                            

Siempre repite una frase: ES MÁS FELIZ EL QUE QUIERE LO QUE TIENE, QUE EL QUE TIENE LO QUE QUIERE-

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